De resolución de problemas a enfoque sistémico de innovación
Lionel Sotomayor, Director Ejecutivo de QUAM Ingenieros Consultores S.A.
Hoy todo está siendo desafiado producto del avance tecnológico, abunda la disrupción en modelos de negocios, y parece que pensar “fuera de la caja” y utilizar nuevos métodos de resolución de problemas es la nueva búsqueda de sustentabilidad para las organizaciones. La experiencia en Chile indica que las empresas no están innovando a la velocidad requerida. Estamos al parecer muy ocupados en seguir incrementando la eficiencia y la calidad para aumentar nuestra alicaída productividad.
Historia
Entre 1950 y 1980 el tema clave para las empresas fue incrementar y mantener una alta eficiencia y en los últimos 25 años ha sido la calidad. Pero, lograr nuevos niveles de eficiencia y productividad requiere soluciones innovadoras en los modelos de negocios, y los productos y servicios que son su base.
La riqueza fluye de la innovación …. no de la optimización.
Entonces, ¿qué impide innovar?
A las personas nos cuesta cambiar. Normalmente nos atrincheramos en nuestras maneras de trabajar pues fuimos entrenados para ser eficientes en ejecutar tareas establecidas, y nos transformamos en expertos de éstas.
Utilizamos patrones de pensamiento para resolver problemas, equivalentes a guiones, que hemos adquirido de nuestra educación analítica y experiencias de vida y trabajo. Esto nos funciona bien en tareas repetitivas, pero menos en situaciones nuevas si las enfrentamos con los mismos patrones. Es como usar el mismo martillo para cada tarea.
A nivel de la estructura organizacional y la cultura, encontramos también poca predisposición al cambio. La estructura busca producir conductas predecibles basadas en experiencias exitosas pasadas, las que se plasman en las creencias compartidas, valores, costumbres y conductas. Y esta cultura choca con el riesgo inherente a la innovación.
Para minimizar la resistencia debemos incorporar un enfoque sistémico de innovación que implante estructuras, procesos, metodologías y tecnologías de soporte apropiadas a nivel de las personas, de los grupos de trabajo y de la organización como un todo.
La innovación no es un acto de genios que gritan Eureka! cuando hacen un hallazgo. Y tampoco de héroes que reman contra la corriente, saltándose todas las vallas internas para traer productos revolucionarios al mercado. Este approach ad-hoc, no estructurado no nos sirve hoy.
¿Estás dispuesto a basar tu crecimiento en actos intermitentes de creatividad e innovación?